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FESTIVALES DE MÚSICA SOSTENIBLES: ¿VERDADERO O FALSO?

Actualizado: 27 ago


Del oro negro al oro verde
Festivales de música sostenibles

HUELLA DE CARBONO, RESIDUOS Y EL RETO DE LA DIGITALIZACIÓN


Cada verano, miles de personas se reúnen para disfrutar de la música en directo. Los festivales, han pasado de ser pequeños encuentros locales a convertirse en auténticas citas multitudinarias que ponen a prueba la capacidad organizativa, logística… y ambiental, en cualquier región de España. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar en la montaña de residuos que se genera tras un fin de semana de conciertos, o en la huella de carbono asociada al evento? Este es un reto que no podemos seguir ignorando si queremos que la cultura sea, de verdad, motor de transformación positiva.


En modoBIM, nuestro compromiso va más allá del análisis superficial. Sabemos que la sostenibilidad, la gestión de residuos y la reducción del impacto ambiental deben estar presentes en todas las fases de un festival, desde el diseño y la organización hasta el desmontaje y la evaluación final. Y hoy queremos compartir una visión crítica —pero constructiva— sobre cómo podemos avanzar, aprendiendo tanto de los aciertos como de los errores.


RESIDUOS: EL BACKSTAGE DEL PROBLEMA


Los festivales de música producen toneladas de residuos: vasos de plástico, envases de comida, restos de comida rápida, colillas, pulseras, y un sinfín de objetos de un solo uso. Es cierto que muchos eventos han dado pasos adelante, promoviendo vasos reutilizables, puntos de recogida selectiva y campañas de concienciación. Pero la pregunta es: ¿es suficiente?


La respuesta honesta es no. El reciclaje efectivo sigue siendo la excepción, y la separación en origen suele brillar por su ausencia. Aquí es donde la innovación y la tecnología pueden marcar la diferencia:


  • Separación real en origen: No basta con poner contenedores de colores. Hay que señalizar, formar al staff y a los asistentes, y vigilar que los residuos acaben en el lugar correcto.


  • Bolsas compostables y trazabilidad: Iniciativas como las de modoBIM, con bolsas compostables y códigos QR para monitorizar el flujo de residuos, abren la puerta a una gestión mucho más eficiente y transparente.


  • Incentivos y gamificación: Premiar los buenos hábitos (devolver vasos, usar los contenedores correctos) con descuentos, recompensas o incluso monedas o puntos digitales puede marcar la diferencia en la implicación de la gente.


HUELLA DE CARBONO: LA GRAN OLVIDADA


Si los residuos son lo más visible, la huella de carbono es el enemigo invisible de los festivales. El transporte de miles de personas, la energía para iluminación y sonido, la logística de montaje y desmontaje, el consumo de materiales y recursos… ¡Todo suma!


  • Movilidad sostenible: Fomentar el uso del transporte público, establecer acuerdos con compañías de autobuses para normalizar el uso de lanzaderas eléctricas, crear aparcamientos para bicicletas o promover el carpooling o carsharing entre asistentes. Algunos festivales ofrecen “entradas verdes” o descuentos a quienes prueban que llegan en modos sostenibles.


  • Energía limpia: Instalar paneles solares, apostar por generadores de biogás o híbridos con combustibles renovables como el HVO, usar baterías recargables y vigilar el consumo eléctrico en tiempo real.


  • Medición y compensación: Calcular el CO2 generado por el evento (incluyendo el viaje de los artistas y el público) y plantear acciones de compensación como la reforestación local, el apoyo a proyectos comunitarios o la compra de créditos de carbono. Pero ojo: la compensación no debe ser una excusa para no reducir el impacto en origen.


DIGITALIZACIÓN: LA LLAVE DE LOS FESTIVALES DE MÚSICA SOSTENIBLES


Muchos festivales siguen gestionando residuos y sostenibilidad con métodos analógicos. Sin embargo, la digitalización es la palanca que puede transformar la gestión ambiental y convertir un festival en un auténtico laboratorio de innovación sostenible.


  • Apps y sensores: Permiten medir en tiempo real la cantidad de residuos generados, identificar los puntos críticos y adaptar las soluciones sobre la marcha.


  • Códigos QR y trazabilidad: Saber exactamente cuántas bolsas de residuos se han llenado, por quién y dónde facilita la recogida selectiva y evita el “greenwashing”.


  • Educación y participación digital: Notificaciones, retos, juegos y encuestas en la app del festival para implicar y concienciar a asistentes y staff.


  • Transparencia y feedback: Compartir los datos ambientales en tiempo real y pedir opinión al público permite mejorar año tras año.


CASOS CERCANOS E INTERNACIONALES


  • FiestoRON (Arucas, Gran Canaria): Es unos de los primeros festivales en obtener el CCVC2030, certificado por OCA GLOBAL. Ha impulsado el uso de vasos reutilizables y campañas de concienciación, y acciones eco-amigables asociadas con actividades vinculadas con la limpieza de costas y la reforestación.


  • Cook Music Fest (Tenerife): Este festival es un ejemplo a nivel de promoción de gastronomía local, uso de envases compostables y su apuesta por la reducción de plásticos.


  • Primavera Sound (Barcelona): Referente nacional en vasos retornables y movilidad sostenible, aunque cada año aumentan las exigencias para minimizar el impacto.


  • Boom Festival (Portugal): Probablemente el caso europeo más radical en sostenibilidad, con autosuficiencia energética, tratamiento propio de aguas y gestión circular de residuos.


  • Glastonbury (Reino Unido): Uno de los grandes ejemplos en relación con las campañas de reducción de plásticos, promoción de energías renovables y proyectos de restauración ecológica.


  • Coachella, Roskilde, Sziget: Han apostado por tecnologías de medición, apps de gamificación y acciones de compensación, pero la clave sigue siendo el compromiso efectivo de la organización y la participación del público.


PROPUESTAS DE MEJORA Y VISIÓN CRÍTICA


Estas son algunas de las acciones que se pueden realizar como propuesta para la mejora de estos eventos multitudinarios, para que estos festivales de música sean realmente sostenibles:


  • Medición y publicación de resultados ambientales en tiempo real: No basta con anunciar “somos sostenibles”, hay que demostrarlo con datos accesibles.


  • Formación ambiental obligatoria para staff y voluntariado: Si los que gestionan el festival no están formados, el sistema no funciona.


  • Red de festivales sostenibles: Compartir soluciones, proveedores, tecnología y buenas prácticas entre eventos.


  • Auditoría externa y certificación: Incluir a entidades independientes para verificar el cumplimiento de los objetivos.


  • Comunicación y transparencia: Mostrar los aciertos y errores, porque de ambos se aprende.


LA CULTURA, ALIADA DEL PLANETA


La música y la cultura no pueden estar reñidas con la sostenibilidad. Al contrario: pueden y deben ser aliadas para impulsar el cambio. Los festivales son laboratorios de innovación social y ambiental, capaces de movilizar a miles de personas. Pero solo si apostamos por la digitalización, la medición y la mejora constante.


En modoBIM estamos convencidos de que cada evento es una oportunidad de aprendizaje y de impacto positivo, donde la música, la tecnología y la sostenibilidad tienen que moverse juntas.

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